Por Jordi Morella
Nuevos
tiempos son los que están entrando en nuestras vidas. El ser humano
cambia.
Nuestro entorno cambia. El planeta está cambiando. Todo cambia a
un paso seguro y firme ante nuestra presencia existencial en esta vida.
El ser humano está cambiando su manera de ver la vida y los
acontecimientos que suceden a lo largo de nuestro mundo.
De una manera
paulatina la mayoría de las veces, gran parte de las conciencias se
abren para ver la luz después de muchos años de encierro, de querer y
desear.
Desde
el cambio del milenio una nueva conciencia se manifiesta a los hombres,
para aquellos que estén dispuestos a adentrarse en el útero de la
verdad y darse cuenta del por qué de su vida, su existencia y de todo lo
que sucede a su alrededor.
Estas nuevas energías enviadas desde las más
altas esferas del mundo espiritual de la Luz y el Amor, permiten a todo
aquel humano que quiera evolucionar y continuar su camino hacia la
Ascensión, ahora pueda hacerlo.
Estas energías aportan un despertar espiritual, un abrir los ojos del letargo de somnolencia producido por unas energías densas y limitadoras que nos han abrazado hasta el año 2000 donde las energías de la Nueva Era hicieron presencia en nuestro planeta: La Energía Crística.
El Maestro Jesús ya lo predijo a sus apóstoles: “Ahora tengo que irme, pero volveré.
No me busquéis en la carne pero mi presencia estará con
vosotros.” Estos momentos han llegado.
Ahora él y los considerados Maestros Ascendidos se
encuentran entre nosotros.
Nos
encontramos en tiempos de una nueva Energía mucho más poderosa que la
vieja energía del siglo pasado hacia atrás en el tiempo.
Es una energía
de una alta vibración, amorosa, poderosa y creativa. Esta energía
comporta el despertar espiritual nombrado anteriormente.
Se ha ido
integrando en nuestro mundo durante los dos primeros años de nuestro
siglo, y fue a finales del primer trimestre del 2003 donde quedó ya
anclada en nosotros. Muchos la están negando todavía, creando mucho más
dolor en sus vidas.
Una
nueva conciencia está apareciendo en el ser humano actual. Una
conciencia que ya llevan incorporada en el ADN los recién llegados a
nuestro planeta: los nuevos niños de las estrellas, índigos o incluso,
cristal.
¿En qué consiste esta nueva energía?
Primeramente
decir que es la que te permitirá llegar a ser tú con todo tu
resplandor.
Esta conciencia te abrirá las puertas del entendimiento y la
sabiduría. Te abrirá las puertas del auto-conocimiento y darte cuenta
del verdadero ser que tú eres.
La conciencia crística es la llave que
desbloqueará las limitaciones del ser humano y dejará que la divinidad
que todos somos pueda manifestarse.
Una conciencia que te permitirá
darte cuenta de la existencia más allá de toda forma y llegar a la mente
divina del ser que hay en ti y sentir la Unicidad con Todo lo que Es.
Debemos
estar abiertos y preparados para aceptarla. Muchos piensan que es
difícil cambiar sus vidas, pero lo vivido por el hombre ha sido creado
por su mente dual, limitadora, donde su pasado dirige sus pasos. Miedos.
Esto es lo que frena el camino de la Ascensión. Ya no hay cabida para
el pasado. La energía crística está presente, es el instante preciso
para manifestar el poder de decidir, crear y manifestar en nuestra vida.
El
camino del auto-conocimiento irá derribando las paredes que el ser
humano ha ido poniéndose ante sí pensando que eran los demás quienes lo
hacían, pero no ha sido así, sino sus miedos y su ignorancia espiritual.
Estos tiempos ya han pasado.
Todo aquél que quiera llegar a él y
conocer al Dios que hay en su interior,… ahora puede.
La
conciencia crística es la conciencia de los nuevos tiempos que nos
encontramos donde la manifestación del Amor y la Luz harán transmutar a
un planeta que se encuentra en medio de su Vía Láctea, de nombre Tierra.
Los seres que viven en él siguen amorosa y adecuadamente un Plan Divino
según la Voluntad de Dios.
Tú
eres un ser perfecto, amado humano. Tu conciencia está despertando y
por esto, sientes lo que sientes, y como a veces, te tambaleas.
Sólo son
los síntomas de tu despertar. ¿Sientes mareos, náuseas, duermes poco,
te sientes inquieto/a, solo/a por momentos, incomprendido/a, tu vida
está cambiando, así como tus amistades o el tipo de relación con ellas?
Si es así, bienvenido/a a los cambios de una nueva conciencia, a las
energías de alta vibración de la Nueva Era.
Una
nueva conciencia está instaurándose en nuestro mundo que permitirá que
todo sane, se equilibre, y aquellos que habiten la Tierra con el tiempo
puedan vivir en un mundo de amor, paz y Luz, donde la tierra se
regenerará y dará los frutos que el hombre necesite.
Ya nada será igual
en relación a nuestro presente, y es por eso el gran momento que estamos
viviendo donde se está produciendo un gran cambio planetario y
universal.
Vivimos
tiempos gloriosos y únicos en nuestro presente, donde la conciencia de
Dios ahora se presenta ante nosotros, para que todo aquél que quiera
pueda manifestarla en él. Tú puedes mostrar al Cristo que hay en ti, al
Dios que eres.
Querría
acabar este escrito diciendo que tu vida depende de ti y que si decides
aceptar este regalo que el Universo te brinda, podrás dar nuevos pasos
hacia tu divinidad manifestada.
Integra la Energía Crística en ti y
libera los miedos ficticios procedentes de un pasado aceptado pero no
real. Ahora puedes vivir en la realidad de Todo lo que Es.
Tú
eres parte del Todo. Tu conciencia puede abrirte los caminos hacia ti,
hacia el verdadero ser que eres y siempre has sido, pero ha sido a
partir de este cambio de milenio donde las oportunidades ahora pueden
ser aprovechadas, y aquellos aspectos que siempre han estado bloqueados
en tu vida puedan desbloquearse debido al cambio aceptado por tu ser.
Te
invito a estas nuevas energías de alta vibración que te permitirán que
tú, yo y todos, seamos Uno en el avance para elevar las energías de un
nuevo mundo más allá de nuestro universo.
Que el Amor y la Paz sean en todos vosotros.
Edición: Daniel Cipolat
Para el Programa de difusión de información del Proyecto de Oruga a Mariposa y El Despertar de la Conciencia (Los Síntomas).
Despertar de la Conciencia · 25 de diciembre de 2012
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